Torre de Mangana
La Torre de Mangana es una de las construcciones más importantes y reconocibles de Cuenca. Se encuentra en la plaza del mismo nombre, sobre el lugar del antiguo alcázar árabe, es decir, la fortaleza. La torre fue construida en el siglo XVI, por encargo del rey Carlos V, como reloj municipal y campanario. La torre tiene cuatro plantas y está coronada por una cúpula con una cruz de hierro. En cada pared de la torre hay una esfera del reloj, y en la cima hay una campana, que suena cada hora.
La Torre de Mangana es el símbolo de la ciudad y de su historia. Desde su cima se tiene una hermosa vista de la parte antigua de Cuenca, con la catedral, las Casas Colgadas y el puente de San Pablo. La torre fue testigo de muchos acontecimientos y cambios, que tuvieron lugar en Cuenca. En el siglo XVIII, la torre fue dañada por un terremoto, y en el siglo XIX, fue bombardeada por las tropas napoleónicas. En el siglo XX, la torre fue restaurada e iluminada, y en 1996, fue declarada monumento nacional.
La Torre de Mangana está abierta al público, que puede entrar en su interior y admirar el mecanismo del reloj y de la campana. También se puede subir a la terraza mirador, desde donde se puede contemplar el panorama de la ciudad y sus alrededores. La torre está abierta todos los días, excepto los lunes, y la entrada es gratuita. La Torre de Mangana es un lugar que merece la pena visitar, para conocer la historia y la cultura de Cuenca, y para disfrutar de su encanto y belleza.