Catedral de Segovia
La Catedral de Segovia está dedicada a la Asunción de la Virgen María y a San Frutos, patrón de la ciudad. Fue construida en el siglo XVI, en el lugar de la antigua catedral románica, que fue destruida durante la guerra de los comuneros en 1520. La Catedral es considerada la última gran construcción gótica en España y una de las más grandes y hermosas de Europa. Mide 105 metros de largo, 50 metros de ancho y 33 metros de altura en la nave principal. Su torre, que fue añadida en el siglo XVII, mide 88 metros de altura y es el punto más alto de la ciudad.
La Catedral tiene tres fachadas, cada una con un portal ricamente decorado y un rosetón. La fachada principal, llamada fachada sur o fachada del Perdón, es la más antigua y representativa. Se encuentra en la Plaza Mayor, frente al ayuntamiento. En su centro se encuentra la estatua de la Virgen Asunta, rodeada por apóstoles y profetas. Encima de ella se encuentra el escudo de Carlos V, que financió la catedral.
En las alas laterales de la fachada se encuentran las estatuas de San Frutos y San Valentín, patrones de la diócesis de Segovia. La fachada este, llamada fachada de San Miguel, es la menos decorada y se encuentra en la Plaza de Lope de Vega. La fachada oeste, llamada fachada de San Geroteo, es la más nueva y la más barroca. Se encuentra en la Plaza de la Reina Victoria Eugenia y tiene cinco estatuas de santos relacionados con Segovia.
El interior de la Catedral está dividido en tres naves, siendo la central la más alta y ancha. En la intersección de las naves se encuentra una cúpula con frescos que representan escenas de la vida de María. En el presbiterio se encuentra el altar mayor con la pintura de la Asunción de María de Francisco Rizi. Detrás de él se encuentra el coro, donde se pueden admirar dos hermosos órganos y ricos sitiales tallados del siglo XVI. En la capilla mayor, a la derecha del presbiterio, se encuentra una urna de plata con las reliquias de San Frutos y sus hermanos, San Valentín y Santa Engracia.
En el transepto se encuentran dos altares laterales, dedicados a San Andrés y San Pedro. En las naves laterales se encuentran 18 capillas, donde se pueden ver obras de arte de diferentes épocas y estilos, como pinturas, esculturas, relicarios, ornamentos y utensilios litúrgicos. Entre ellas destacan la capilla de San Juan Bautista, con la tumba del obispo Arias Dávila, la capilla de San Gregorio, con la tumba del obispo Pedro González de Mendoza, la capilla de Santa Catalina, con la tumba del obispo Juan Arias de Villar, y la capilla de Santa Bárbara, con la tumba del obispo Juan de Contreras.
La Catedral también tiene dos claustros, uno gótico y otro renacentista. En el claustro gótico se encuentran las tumbas de los canónigos y obispos, así como la entrada al museo catedralicio, que se encuentra en el antiguo palacio episcopal. En el museo se pueden ver valiosas colecciones de arte sacro, como esculturas, pinturas, tejidos, libros, documentos y monedas. En el claustro renacentista se encuentran las tumbas de los aristócratas y mecenas, así como la entrada a la torre, desde donde se puede admirar la panorámica de la ciudad y sus alrededores.
La Catedral de Segovia no es solo un monumento, sino también un símbolo de fe y cultura. Su construcción y decoración duraron más de tres siglos e involucraron a muchos artistas y artesanos, que le dieron un carácter y belleza únicos. Su historia y tesoros dan testimonio de la riqueza y diversidad del patrimonio segoviano y español. Por lo tanto, la Catedral de Segovia es un lugar que vale la pena visitar para conocer y admirar una obra de arte que es un testimonio vivo de la historia y la fe.
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