Iglesia de San Pedro
La Iglesia de San Pedro es una iglesia del siglo XIV, perteneciente a la arquitectura mudéjar en Aragón, inscrita en la lista del patrimonio mundial de la UNESCO. Su campanario, la torre de San Pedro, es el ejemplo más antiguo de mudéjar en Teruel y data del siglo XIII. El interior de la iglesia fue decorado entre 1896 y 1902 en estilo modernista neomudéjar por Pablo Monguió Segura y el artista plástico Salvador Gisbert, quienes también construyeron un nuevo monasterio. En una de las capillas laterales descansan Los Amantes de Teruel. Desde 2005 se puede visitar el mausoleo de Los Amantes, un museo construido junto a la iglesia.
Esta iglesia se encuentra en el antiguo barrio judío y tiene una interesante torre y elementos arquitectónicos góticos y mudéjares, como el presbiterio de la iglesia. Debido a sus características, se considera un monumento gótico-mudéjar. Es una de las grandes iglesias góticas de Teruel, considerada la hermana menor de la catedral de Santa María. Su construcción se data en el siglo XIV, en el lugar de una iglesia románica anterior, de la que existen documentos de 1196.
La Iglesia de San Pedro pertenece tipológicamente al grupo de iglesias-fortaleza, cuyo plan, procedente del gótico levantino, se adapta a las necesidades defensivas mediante la colocación de una tribuna sobre las capillas laterales, emparentada con la iglesia parroquial de Montalbán.
Por lo tanto, tiene una nave alta con cinco tramos con capillas laterales entre los contrafuertes. Estas capillas se abren con ventanas. La luz entra en la iglesia también a través de oculi situados en la parte superior. En el exterior se puede ver su presbiterio de siete lados. Su decoración gótico-mudéjar consta de frisos con arcos mixtilíneos, cerámica y acabado de ladrillo en la cornisa.
La torre es similar a la torre de la catedral, es una torre-puerta de planta cuadrada, abierta con arcos en la parte inferior y adornada con arcos de medio punto entrecruzados, nichos terminados en arco de medio punto y cerámica vidriada verde y morada. Los contrafuertes están adornados con pináculos góticos octogonales y cerámica estrellada. En su construcción participaron Conrat Rey y Gonzalvo de Vilbo, maestros que trabajaban habitualmente para la familia Fernández de Heredia.
El interior de la iglesia está cubierto con una bóveda de crucería reforzada con arcos fajones apuntados y transmite una gran impresión de unidad y amplitud. En la pared occidental de la iglesia se abre un gran rosetón en la parte superior y la entrada principal en la parte inferior, abierta por un arco rectilíneo rebajado, enmarcado por arquivoltas apuntadas y dilatadas, terminadas en pináculo y flanqueadas por pináculos, mientras que la segunda entrada se encuentra en la pared del Evangelio y tiene una estructura similar a la descrita, pero de menor tamaño.
En la iglesia se pueden admirar muebles antiguos, pinturas, esculturas y documentos que dan testimonio de la historia y la cultura de la ciudad. Entre ellos cabe destacar la pintura de la Virgen con el Niño, obra de Juan García Martínez, la escultura de San Jorge, patrón de la ciudad, obra de Aniceto Marinas, o documentos relacionados con el fuero, es decir, el privilegio legal y fiscal otorgado a la ciudad por el rey Alfonso II en 1176.